-

Viviendo en automático, durmiendo solo para volver a despertar.

Entre pesadillas y realidades te recuerdo, con la esperanza de que algún día la vida me sonría o al menos la esperanza de algún día poder sonreírle.

Cada minuto, cada hora, pensando en que quizás nos estemos pensando. Ni un mensaje, ni una señal, nada.

Solo avanzando porque no puedo detener el tiempo, pero cómo me encantaría poder hacerlo hasta el futuro en el que la vida tenga planeado reencontrarnos. 

Dónde estarás mi París. Dónde estarás mi sueño hecho realidad. 

Qué pesado se hace todo sin vos al lado, una mochila llena de piedras que no puedo sacarme de encima.

Te busco en cada mirada, a veces mirando personas dos veces solo para desilusionarme una vez más.

Horas, minutos, horas, minutos. 

Constantemente navegando en los recuerdos que nublan mi vista y no me dejan ver más allá de vos, mi nube favorita, mi amor crónico.

Estás en todo lo rosa, en casi todas las vidrieras, en los autos y en la música; incluso en cada conversación, siempre encuentro algo tuyo. 

A todo le dedicamos un comentario, un pensamiento. Nos encargamos de no pasar nada por alto y ahora pago el precio por haberte querido tanto.

Entre una pesadilla y un sueño, solo hay un día de distancia.




Comentarios

Entradas populares de este blog